Emotivo recuerdo y homenaje al médico José Blanco y al pra

Emotivo recuerdo y homenaje al médico José Blanco y al practicante Bernardo Dávila en el centenario de la creación del Hospital de San Roque

El alcalde, Pedro Rodríguez, hizo entrega de los títulos de Hijo Adoptivo e Hijo Predilectos, ambos a título póstumo, a sus familiares, Juana Teresa Blanco y Asteria Dávila.


El Teatro Hespérides de Guía acogió este lunes el Acto Institucional de conmemoración del centenario de la creación del Hospital de San Roque en Santa María de Guía en el que además se brindo un emotivo recuerdo y homenaje a la figura y memoria de dos personas que fueron parte esencial de este centro, el médico y primer director del mismo, José Blanco Hernández, recientemente distinguido por el Pleno de la Corporación Municipal con el título de Hijo Adoptivo de esta Ciudad, y Bernardo Dávila Osorio, prácticante, nombrado asimismo Hijo Predilecto de Santa María de Guía, ambos a título póstumo. El alcalde, Pedro Rodríguez, hizo entrega de ambos títulos a Juana Teresa Blanco, nieta de José Blanco, y a Asteria Dávila, hija del nuevo Hijo Predilecto de la Ciudad.

Tras la presentación del acto por parte de la concejal de Cultura, María del Carmen Mendoza, se proyectó un interesante documental, con guión del archivero municipal, Sergio Aguiar, donde se recogían los hechos y datos más destacados de esta institución a lo largo de estos cien años acompañados de una amplia galería de imágenes antiguas cedidas para la ocasión por los familiares de los homenajeados y otras del archivo fotográfico de Paco Rivero que gestiona la Fundación Canaria Néstor Álamo.

A su término tomó la palabra la nieta del nuevo Hijo Adoptivo, Juana Teresa Blanco, para agradecer en nombre de toda la familia esta distinción al tiempo que relató una pequeña anécdota relacionada con la lucha que tuvo que librar el pueblo y su abuelo para conseguir que el hospital se hiciese en Guía, hecho que lo enfrentó con un buen amigo y pariente, Salvador García Pérez, notario de este lugar en aquella época. “ “A partir de se momento, mi abuelo dedicó toda su vida a mejorar la sanidad y a la atención de todos los enfermos, no sólo de Guía sino de la zona Norte, demostrando su gran humanidad y su entrega por la salud de todos”, concluyó.

Seguidamente, Asteria Dávila agradeció también emocionada este reconocimiento público a su padre del que dijo “se entregó incondicionalmente a su profesión con una vocación sin límites. No había vacaciones, ni fines de semana, ni festivos. Allí estaba él para lo que pudiera surgir”. Destacó también en su intervención como en muchas ocasiones la relación con sus pacientes iba más allá de los estrictamente profesional “convirtiéndose con el tiempo en verdaderas relaciones de amistad”. Me enorgullecía, dijo, “ver cómo la gente del pueblo tenía tanta confianza en él que que le entregaban las llaves de sus casas para que él fuese a administrar los tratamientos, ya que cuando empezó la penicilina había que repetir las dosis cada tres horas”. Bernardo Dávila fue, según su hija, “modelo y ejemplo para todos sus hijos y nietos, quienes, más allá de cualquier otra virtud, le recordamos sencillamente como un 'hombre bueno'”.

El alcalde de Guía, Pedro Rodríguez, recordó en su intervención que las fiestas patronales de La Virgen nos brindan un año más la oportunidad de recordar y hacer balance “de aquellos momentos de nuestra historia que han tenido un significado especial y han marcado el devenir de nuestro municipio, hechos y acontecimientos relevantes en el plano económico , social o cultural que unidos dan razón de nuestra existencia y constituyen el rasgo más significativo de nuestra identidad”. Y en este contexto, añadió, “en este año 2015, conmemoramos el centenario de la creación del Hospital de San Roque, un centro sanitario que marcó un antes y un después no sólo para los habitantes de Guía sino para los de toda la Comarca Norte”. Este hospital, resaltó el primer edil, “supuso para la población de la mitad de esta Isla un avance vital y un progreso extraordinario en la mejora de la calidad de vida de las personas que desde Mogán, Tejeda, Artenara, La Aldea, Moya, Gáldar, Agaete y nuestro municipio acudían a él como único lugar donde poder ser atendidos”.

En el centenario de su creación, manifestó Pedro Rodríguez, “Santa María de Guía ha querido honrar la memoria y expresar su más sincera gratitud a D. José Blanco y a D. Bernando Dávila, con sus familias aquí presentes, a través de este reconocimiento público y este emotivo y entrañable. Recuerdo que hoy les brindamos en el marco de nuestras Fiestas Mayores por la extraordinaria labor sanitaria y social que llevaron a cabo en este Centro Hospitalario, cuya historia no podría entenderse sin ellos”. Como alcalde de este municipio, subrayó, “y en representación del mismo, sólo puedo decir que supone un privilegio para nosotros, como guienses, contar entre nuestros hijos más ilustres y distinguidos con dos personas tan destacadas, tanto por su prestigio y buen hacer profesional como por su compromiso social, ligado al marcado sentido humanitario que rigió sus vidas hasta el final”.

Tras su intervención, el alcalde hizo entrega de los títulos a la hija y nieta de los homenajeados y la velada concluyó con un concierto de violín a cargo de Yanys Jiménez.